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Materiales de apoyo para esta semana

Recomendaciones para exponer en público

Como recomendación general es importante que considerés cada elemento de tu exposición, las condiciones del lugar o plataforma que vas a utilizar, los materiales de tu exposición, el tiempo con el que contás y los contenidos que querés compartir.

1.    Organizá tu presentación

Considerá el tiempo con el que contás y elaborá un guión que te permita llevar el hilo conductor de la exposición. Procurá que los contenidos sean breves, claros, simples y fluidos. Si estás haciendo una presentación virtual considerá como elemento adicional la estabilidad de la conexión.

Ensayá previamente frente al espejo y si podés grabate para que identifiqués cuánto estás durando en la exposición, tu postura corporal, el uso de muletillas verbales o corporales, el volumen de tu voz y tu dicción al hablar. Si la exposición va a ser virtual, practicá antes al menos una vez con la herramienta que utilizarás para que te asegurés que sabés utilizarla.

2.    Hacé pruebas previas

3.    Visualizá el espacio donde vas a exponer

Revisá la distribución del espacio donde te ubicarás durante la exposición, la iluminación del lugar, las condiciones ambientales (ej: ruido), el mobiliario que tenés cerca. Si el entorno es virtual, asegurate también del buen funcionamiento de la cámara y el micrófono, así como los ajustes técnicos de la plataforma que vas a utilizar.

Procurá realizar ejercicios de respiración básicos antes de la exposición y practicá el cómo respirar adecuadamente mientras exponés, es importante que respetés las pausas mientras hablás.

4.    Tomá tiempo para prepararte físicamente

5.    Ejercitá la cortesía

Saludá al iniciar tu exposición y agradecé la atención de las personas cuando finalicés, poné tu celular en silencio para que te concentrés en lo que vas a compartir; esto favorecerá el ambiente de tu exposición.

Procurá realizar ejercicios de respiración básicos antes de la exposición y practicá el cómo respirar adecuadamente mientras exponés, es importante que respetés las pausas mientras hablás.

6.    Cuidá tu postura e imagen

7.    Utilizá apoyos visuales

Centrá la atención del público en el contenido de tu exposición utilizando apoyos visuales como imágenes, videos o guías escritas que sigan las personas participantes mientras exponés (“distractores positivos”). No recargués tu presentación con textos largos, procurá que sea atractiva, dinámica y concreta.

Recordá que hablar es un acto natural y que siempre estás transmitiendo mensajes, escribí tus fortalezas y capacidades en una lista y revisalas con frecuencia; esto te permitirá incrementar tu confianza en vos.

8.    Confiá en tus capacidades

Si querés más recomendaciones sobre este tema, podés acercarte al CASE que te corresponde

Para consultas:

Técnicas de relajación para concentrarse durante un examen

Los nervios, la emoción, la ansiedad y hasta el miedo pueden jugarnos una mala pasada a la hora de realizar un examen, porque impiden que podamos concentrarnos. A veces no importa lo bien preparado que se esté, si se permite que las emociones se apoderen de nosotros tendremos dificultades para realizar esa prueba.

Aplicar técnicas de relajación puede ayudarnos mucho.

Además de tener un buen descanso, dormir bien y comer adecuadamente, aplicar técnicas de relajación ayudará a calmar los nervios provocados por la incertidumbre y la responsabilidad. Dedicar unos minutos a calmarse cuando se detectan signos de estrés y ansiedad ayudará a resolver mejor la prueba, esto sin dejar de lado la buena preparación previa con la materia.

A continuación, te ofrecemos cinco técnicas sencillas de relajación para lograr concentrarse durante un examen.

1.    Preparate para la prueba

Cuando nos preparamos para un examen, además de estudiar, es muy efectivo ensayar el examen. Para eso podés hacer simulacros de examen en solitario o en grupo, o pedirle a alguien de confianza que te haga preguntas o te escuche explicando la materia. Además, esto te ayudará con la preparación emocional para la prueba, que es tan importante como aprender el contenido, saber desarrollar los temas o resolver los problemas.

Gran parte del problema de los nervios ante un examen es el miedo al qué pasará si no sacamos nota suficiente. Esa desconfianza alimenta la ansiedad, por eso es importante que pensés en positivo, pensá en el éxito y visualizate haciendo el examen tranquilo. Para eso, relajate y cerrá los ojos. Respirá, inhalando profundamente y exhalando lentamente. Empezá a imaginarte haciendo el examen. Estás relajado (a) y tranquilo (a); te sentís bien. Observate terminando la prueba y permítete unos momentos para disfrutar de la sensación de estar relajado.

2. Ensayá en positivo

3. Poné en práctica estrategias para controlar tus nervios

Es necesario que aprendas estrategias para tomar el control el estrés y la ansiedad que te produce el enfrentarte a un examen. Para eso, podés ensayar el siguiente método para relajarte y recuperar el control.

a.    Primero, concentrate en tus nervios y en tu sensación de ansiedad. Dale un valor entre uno y diez.

b.    Después, respirá, inhalando profundamente y exhalando todo lo despacio que podás, aumentando progresivamente el tiempo de exhalación.

c.    A medida que respirás, imaginá cómo ese valor que le has dado a tus nervios va bajando.

Realizá tus ejercicios de respiración, pensá en positivo y animate a vos mismo.

Después, lee todas las instrucciones del examen, distribuí el tiempo para cada ítem y no te agobiés si algo, en un principio, te parece difícil.

No olvidés guardar unos minutos finales para repasar la prueba y ver que no te falte nada de resolver.

4. Organizate antes de empezar la prueba

5. Comenzá por lo más fácil

Si es posible, comenzá por lo más fácil o lo que mejor sepás, respetando el tiempo que le has asignado a esa parte. Dejá lo más difícil o lo que te resulte más complejo para el final. A medida que vayás completando ítemes te sentirás más lleno de energía y libre de estrés. En cualquier caso, respetá los tiempos, esto te permitirá mantener el control.

Pase lo que pase, no es el fin del mundo: si bien es cierto, los exámenes son una gran responsabilidad y el resultado puede determinar nuestro futuro, abrirnos y cerrarnos puertas, sin embargo, pase lo que pase, no es el fin del mundo, y eso es algo que tenés que grabarte en la mente. El mundo no se acaba en ese examen. Pase lo que pase, siempre tendrás opciones. Obsesionarte solo te va a perjudicar. No te preocupés por lo que no podés controlar y centrate en hacerlo lo mejor posible.

Vos sos lo más importante mientras haces un examen y te podés controlar, así que dejá de preocuparte por lo que no está en tu mano.

Si querés acompañamiento, contáctanos

Created by Alex Volkov