La forma en que me comunico es diferente según con quién esté:
Cuando encuentro una persona que comparte mis intereses y la forma de ver el mundo, por ejemplo, resulta mucho más fácil interactuar con ella que si la comparo con otra con la cual mis valores son opuestos y hasta no comparta su forma de ser.
En la cotidianidad nos encontramos con una diversidad de personas con las que debemos establecer procesos de comunicación: entender lo que no comparto de ella puede ayudarme a relacionarme más fácilmente.
Como ejercicio de reflexión podrías identificar ¿Con quién te es más fácil comunicarte? ¿Y porqué?
Es importante tener un equilibrio en ambas, ya que en ocasiones se deben decir cosas que otras personas no quieren escuchar. Sigue estas normas y es posible que puedas sentirte bien luego de expresarte:
Si mi cuerpo me hablara ¿le escucharía? ¿qué me diría?
Así como me gusta que me escuchen, también sería un gran premio que me escuche a mí mism@.
Procura no estar preparando una respuesta en tu mente, mientras otra persona habla: al final no le estás prestando atención al contenido de su mensaje.
Deja de hacer lo que estás haciendo cuando conversas de frente con otra persona: deja tu celular y concéntrate; también puedes pedir unos minutos para finalizar lo que estabas haciendo.
Observa todo: gestos, tonos de vos, posición del cuerpo: en muchas ocasiones de comunican más con los comportamientos no verbales.
Si identificas que personas específicas son más complicadas de escuchar y entender, tómalo en cuenta y aplica los puntos anteriores, así podrá ser más fácil las puestas de acuerdos.