Preparación para los exámenes

Llevá la materia al día y asegúrate de comprenderla.
En caso de dudas: hacé preguntas en clase, acudí a las horas de consulta y utilizá los apoyos que te ofrece la Universidad (Estudiaderos, repasos, etc).
Cuando se aproxime la fecha del examen, iniciá los repasos de la materia, ojalá utilizando resúmenes, apuntes y cualquier otro material que hayás elaborado cuando estudiás.
Utilizá diferentes estrategias de estudio, principalmente las que se ajusten mejor a tu estilo de aprendizaje.
No dejés el estudio para el último momento, el cerebro requiere tiempo para asimilar y conectar la información que recibe, así favorece la memoria y los recuerdos.

Alterná contenidos: Si tenés varios exámenes en una misma semana, ve alternando el estudio entre unas y otras materias. Procurá espaciar aquellas asignaturas que abordan temáticas parecidas.
Hacé pausas: Programá y tomate un respiro de vez en cuando y hacé los descansos necesarios para despejar la mente.
Tené un estilo de vida saludable Dormí al menos 6 horas, consumí alimentos que te den energía y nutrición, tomá mucha agua. Recordá reservar tiempo para distraerte y realizar alguna actividad física que te ayude a desconectarte y renovar energías

Repasá y asegurá algún contenido, pero no estudiés todo el día.
Procurá relajarte. Practicá técnicas de relajación.
Debés dormir bien y descansar lo suficiente antes del examen
Prepará el material y los útiles que vas a necesitar el día siguiente para el examen.

Levantate o iniciá la preparación con tiempo suficiente.
Poné a mano todos los materiales y útiles necesarios para poder hacer el examen.
Atendé tus necesidades: comé alimentos que te brinden energía, ve al baño, verificá que el espacio para realizar el examen sea lo más cómodo posible.
No leás o repasés la materia inmediatamente antes del examen.
No hablés con compañeros o compañeras sobre la materia antes de realizarlo, te podría parecer que no recordás nada y aumentará tu nerviosismo.
No intentés comprobar si recordás todos los temas: antes del examen tu mente está en tensión

Antes de iniciar, realizá unas respiraciones profundas.
Leé todas las preguntas y asegurate que comprendés lo que se te solicita. Si no entendés alguna, pedí a la persona docente que te la aclare.
Para cada pregunta buscá la palabra clave que te indica qué hacer: “explique”, “demuestre”, “defina”, “calcule” y respondé lo que se te pide.
Después de contestar, leé la pregunta y la respuesta y valorá si ésta responde efectivamente a la primera.
Revisá el valor de cada pregunta, dedicale más tiempo a las que tienen más valor.
Las primeras preguntas que debés resolver son las que mejor dominás y tienen más puntaje.
Si no te da tiempo de responder alguna pregunta, poné las ideas básicas, aunque sea de forma superficial.
Antes de responder una pregunta, elaborá un esquema rápido del orden que debe llevar la respuesta.
Procurá que las respuestas sean lo más claras y breves posible, para que no destinés tiempo en responder cosas innecesarias.