Te recomendamos poner en práctica los siguientes 10 hábitos:

1. Establecer una rutina y horario de estudio: Definí previamente los tiempos para estudiar e intentá mantenerlos. Considerá las horas en las que rendís mejor y te sentís más activo para realizar actividades académicas.
2. Hacer una lista de tareas y definir un cronograma: en un planificador, agenda o calendario anotá los trabajos, tareas y evaluaciones de cada curso y planificá el momento del día en que siendo realista, podés dedicar a cada uno.
3. Procurar un ambiente de estudio adecuado: cómodo, tranquilo e iluminado.
4. Tomar descansos regulares: Podés salir a caminar, hacer ejercicio o solo tomarte un tiempo para relajarte y despejarte de vez en cuando, pues de lo contrario, tu rendimiento y atención pueden disminuir.
5. Eliminar distractores: Limitá el uso de dispositivos electrónicos, redes sociales, etc. Utilizá aplicaciones que bloqueen estos distractores.
6. Enfocarse en una tarea a la vez: El “multitasking” lejos de ayudarte, disminuye el aprovechamiento del tiempo y tu concentración. 
7. Practicar técnicas de estudio efectivas que te permitan comprender la materia y no solo memorizarla. Probá y ajustá las que te funcionen mejor.
8. Repasar la materia regularmente: Revisá tus apuntes, anotaciones al margen y algunos recursos en línea como videos, tutoriales y resúmenes para reforzar y complementar los conocimientos adquiridos. 
9. Dividir el trabajo en partes más pequeñas y manejables, para que te resulte más fácil avanzar y evités abrumarte. 
10. Dormir al menos 7 u 8 horas diarias: Evitá quedarte despierto a altas horas de la noche, pues esto puede disminuir tu rendimiento y energía al día siguiente.